MOSCÚ (Sputnik) — Moscú está dispuesto a romper las relaciones con la Unión Europea si las posibles nuevas sanciones de Bruselas ponen en riesgo la economía rusa, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
«Estamos dispuestos [a romper las relaciones con la UE] en caso de que volvamos a ver que se imponen sanciones a algunos sectores, incluidos los más sensibles, generando riesgos para nuestra economía», dijo Lavrov en el canal de YouTube ‘Soloviov Live’.
El canciller aseguró que Rusia no se quiere aislar del mundo, pero «tenemos que estar preparados».
«Si quieres la paz prepárate para la guerra», expresó.
Además, Lavrov se mostró renuente a desvelar sus amistades en la Unión Europea, para no comprometer a personajes de alto perfil.
Cuando un periodista ruso le preguntó si hizo algunos amigos entre colegas extranjeros, Lavrov respondió: «Bastantes».

Acto seguido, el canciller señaló que Occidente ve a los socios rusos como «tóxicos».
Lavrov también definió como «espejos deformados» (en los que se ve lo contrario de lo real) las declaraciones de la Unión Europea de que Rusia tomó el rumbo al autoaislamiento y constató que los problemas entre Moscú y Bruselas empezaron hace mucho.
«En cuanto a las declaraciones de que hemos decepcionado a la Unión Europea, no hemos justificado sus esperanzas y nos estamos alejando de Europa al tomar el rumbo al autoaislamiento, son un auténtico «reino de espejos deformados» [alusión al libro homónimo de Vitali Gúbarev). Los problemas entre nosotros y la Unión Europea empezaron hace mucho, y durante todo este tiempo la UE ponía a prueba nuestra paciencia y buena voluntad«, dijo Lavrov.
«Nos decían que a estos países les quedaban unas fobias heredadas de su pasado soviéticos, pero nos aseguraron que en cuento lleguen a ser miembros de la UE y la OTAN, se tranquilizarán porque dejarán de existir las causas de esas fobias. Pero sucedió todo lo contrario: ellos se convirtieron en unos rusófobos inveterados y arrastran hacia estas posiciones a la Unión Europea«, constató.
Lavrov en su tiempo declaró que la iniciativa del enfriamiento de relaciones no partió de Moscú y que Rusia estaba preparada para normalizar la cooperación en determinados derroteros si la agenda del diálogo no se sacrifica en aras de intereses geopolíticos.
«Fue la Unión Europea la que derrumbó en 2014 la arquitectura de multifacéticos vínculos con nuestro país que se venía edificando durante decenios», resumió el canciller.
«Llevamos más de dos años sin solucionar el problema de la prórroga de acuerdo intergubernamental entre Rusia y la UE sobre la cooperación científica y técnica; no se soluciona porque la UE se ha puesto firme y quiere mencionar en el acuerdo que Crimea no es parte de la Federación Rusia«, dijo Lavrov.
Más tarde, el Ministerio de Exteriores de Rusia aclaró que Moscú estaría preparado para romper las relaciones con la UE si es el bloque quien lo impulsa.
«Estaríamos preparados para la ruptura si esta se realiza por la iniciativa de la UE», dijo.
«Por supuesto, si nos enfrentamos a una política extremadamente destructiva (de la UE) que pueda dañar nuestra infraestructura, nuestros intereses, entonces, claro está, Rusia debe estar preparada de antemano para esas medidas poco amistosas«, dijo el portavoz de la presidencia rusa.
Peskov reiteró que Rusia debe ser «independiente», y debemos ser capaces de «garantizar la seguridad de los sectores más sensibles y estar preparados para sustituir todo de lo que nos pueden privar mediante nuestra infraestructura nacional, en caso de que triunfe la locura».
El 9 de febrero, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirmó que la UE podría imponer nuevas sanciones contra Rusia y prometió hacer «propuestas concretas» en la reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores prevista para el 22 de febrero, así como en la cumbre del bloque en marzo.

La visita de Borrell a Moscú se celebró del 4 al 6 de febrero. Durante la estancia en la capital rusa, Borrell se reunió con Lavrov y representantes de la sociedad civil rusa.