En forma recurrente, iglesias, monasterios y lugares sagrados son objeto de los ataques de los colonos y racistas israelíes. Hace semanas la iglesia del Getsemaní de Jerusalén ocupada sufrió un incendio provocado por un colono.
El presidente del Comité para los Asuntos de las Iglesias en Palestina, Dr. Ramzi Khoury, condenó el ataque al Monasterio de Nuestra Señora del Dolor en Jerusalén, que fue asaltado por desconocidos durante la noche de ayer lunes.
El Monasterio de la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, que acoge a ancianos, enfermos y personas con necesidades especiales, ha sido atacado por desconocidos, posiblemente colonos israelíes durante la noche de este lunes. Los ataques de los colonos a las iglesias y monasterios es algo habitual y recurrente.
En este caso las autoridades israelíes han manipulado la gravedad de los hechos calificando esta nueva agresión como un simple “intento de robo”.
Khoury agregó que este ataque no es el primero en afectar lugares de culto y santidades tanto islámicos como cristianos, especialmente en Jerusalén ocupada, y dijo: «La ocupación es totalmente responsable de todos estos ataques que ocurren contra los lugares sagrados, ya que la ocupación militar es el único poder en las zonas donde ocurren las agresiones«. Y agregó: «Lo que sucede es una consecuencia inevitable de la permisividad de las autoridades de ocupación con los colonos agresores y la falta de disuasión contra todo lo ocurrido anteriormente, donde todos los hechos graves, incendios y violaciones a las iglesias y mezquitas terminan con la absolución total de los delincuentes que habitualmente recurren a la típica artesanía de que los autores presentan “problemas mentales”.
Y agregó: «El gobierno de ocupación y sus colonos están tratando de presionarnos para que nos vayamos de nuestras ancestrales tierras, pero decimos que aquí somos firmes, y también firmes para defender nuestros lugares sagrados sean islámicos o cristianos por igual».
Khoury pidió al mundo, a la comunidad internacional y a todos los marcos eclesiásticos, humanitarios y sociales del mundo que sean consecuentes en sus decisiones y direcciones frente a lo que está expuesto el pueblo palestino, musulmanes y cristianos, y la persecución de la ocupación en contra de nuestro pueblo.