La CIA trató, en vano, de derrocar al Sistema iraní a través de revoluciones de colores en las calles del país persa, observa un analista estadounidense.
El anuncio hecho el 14 de noviembre sobre el aumento de los precios de la gasolina y las medidas de racionamiento desató protestas en distintas ciudades de Irán. No obstante, grupos de alborotadores se infiltraron en las manifestaciones pacíficas y, aprovechando la coyuntura, atacaron infraestructuras y propiedades públicas y privadas con el objetivo de derrocar al Sistema de la República Islámica.
En un comentario hecho al respecto, Stephen Landman se ha mostrado convencido de que las huellas de revoluciones de colores de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés) son muy visibles en los acontecimientos suscitados en el país persa.
“Lo que está pasando hoy en día en Irán tiene señales de las revoluciones de colores de la CIA que buscan desestabilizar y debilitar a Irán (…) Desde la victoria de la Revolución Islámica (1979), EE.UU. siempre ha querido derrocar al Sistema independiente de Irán e instalar un gobierno títere prooccidental”, ha indicado este domingo Landman a la agencia persa de noticias Mehr.
Los recientes disturbios, de hecho, siguen precisamente un plan previamente tramado por la Inteligencia estadounidense para alcanzar tal meta, “por lo que no hay que considerarlos populares”, ha recalcado.
Landman ha hecho notar que todos los países soberanos que no se someten a las órdenes dictadas desde la Casa Blanca son colocados en una lista de Washington, para después ser sometidos a revoluciones de colores, golpes de Estado, asesinatos selectivos y el terrorismo económico, entre otras medidas, e Irán no es una excepción, ha dicho.
Ejemplos exitosos de las revoluciones de colores de EEUU
Landman ha recordado ejemplos exitosos de las revoluciones de colores de EE.UU. en el área postsoviética: la primera de ellas en el Cáucaso Sur (Georgia, 2003); la segunda de ellas en el este de Europa (Ucrania, 2004) y la última de ellas en Asia Central (Kirguistán, 2005).
Además, la primera revolución que abrió el ciclo, la sucedida en Serbia en el año 2000, tenía como fin derrocar a Slobodan Milosevic, cuyo Gobierno mantenía relaciones cordiales con Rusia y hostiles con el Occidente.
Añadir que un último factor para explicar y comprender las revoluciones de colores es la hegemonía cultural que Estados Unidos ejerce a lo largo y ancho del mundo. Así, a través de dicha hegemonía, aquellos líderes de las revoluciones de colores, que tenían una relación directa o indirecta con instituciones académicas y culturales estadounidenses lograron establecer la idea general de que para avanzar era necesario implementar las ideas y los valores de EE.UU.
¿Qué son las revoluciones de colores y cómo nacieron?
El nombre derivó de la masiva utilización simbólica de colores o nombres de flores, empleados como elementos de identificación por parte de la oposición.
El ideólogo de la acción no violenta como método para utilizar el poder en un conflicto fue el politólogo estadounidense Gene Sharp (1928-2018), autor del ensayo “De la dictadura a la democracia”, que consta de 198 métodos para derrocar gobiernos y se divide en tres grandes bloques: protesta, no cooperación e intervención, las cuales se aplican generalmente luego de los procesos electorales.
Las llamadas revoluciones de color o golpes suaves entran dentro de las estrategias de intervención silenciosa que Estados Unidos utiliza para derrocar a gobiernos que no comparten su misma visión sobre la organización económica, política y militar.
Fuente de origen: HispanTV