El Gobierno de Irak establece un toque de queda en Bagdad (la capital) para garantizar la seguridad en medio de las protestas por problemas económicos.
En un comunicado emitido este jueves, el primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, ha informado que “todos los vehículos y las personas tienen totalmente prohibido moverse” en Bagdad desde las 05.00 (hora local) del 3 de octubre. El toque de queda regirá hasta que se anuncie su levantamiento.
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Según la nota, los viajeros desde y hacia el aeropuerto de Bagdad, las ambulancias, los empleados de los hospitales y los departamentos de electricidad y agua, así como los peregrinos religiosos están exentos del toque de queda. Los gobernadores provinciales también pueden declarar esta medida para los territorios bajo su jurisdicción.
Eso se produce después de que un grupo de manifestantes y policías iraquíes volvieron a chocar por segundo día consecutivo en las calles de Bagdad, tras las protestas violentas del martes en contra del Gobierno y en demanda de soluciones en los servicios básicos.
Tanto los partidos políticos como los jefes de los tres Poderes de Irak —Ejecutivo, Legislativo y Judicial— han hecho hincapié en la necesidad de poner fin a los disturbios y perseguir las demandas del pueblo iraquí.

El Consejo de Seguridad Nacional de Irak celebró el miércoles una reunión urgente, dirigida por Abdul-Mahdi para discutir los hechos ocurridos en las protestas antigubernamentales.
Tras la cita, se emitió una declaración, según la cual, el Consejo además de condenar los actos de sabotaje que tuvieron lugar simultáneamente con las manifestaciones, destaca el derecho a las protestas y las demandas legítimas de los manifestantes.
A su vez, el Ministerio iraquí de Defensa ordenó un mayor nivel de preparación para defender la soberanía y las instalaciones gubernamentales importantes a medida que el país es escenario de protestas.
Eso mientras algunos medios occidentales y árabes, en particular de Arabia Saudí, exageran las protestas con la intención de alentar la violencia en el país árabe y acusar a las fuerzas de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de reprimir los manifestantes.
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Sin embargo, dichas fuerzas populares básicamente fueron organizadas para luchar contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), un deber realizado perfectamente durante la lucha de este país contra el flagelo del terrorismo, y no tienen misión alguna para realizar medidas en las protestas.
Fuente de origen: HispanTV