El 6 de octubre del pasado año, un medio de prensa informó que un documento de la Casa Blanca sostenía que EE.UU. contaba con 300 vulnerabilidades vinculadas con la producción bélica. Según el diario The Washington Post, que logró hacerse del documento, se informaba que “El nuevo reporte indica que todas las facetas del complejo de defensa industrial están en peligro dado que ‘industrias domésticas enteras están a punto de desaparecer’. Por eso, el Pentágono se ve obligado a buscar ayuda en el extranjero”. Y agregaba que el ‘interlocutor’ que llevó el informe al medio de información sostenía que “tras haberse integrado profundamente en la economía global, el complejo militar de EEUU se hizo ‘demasiado dependiente’ de los componentes extranjeros de bajo costo.” (Sputnik, 6 de octubre, 2018)
A todas luces, entonces, se comprende que el ‘proteccionismo’ de Trump y compañía obedece a impedir que el complejo industrial- militar de su país, en el que se subsumen varios servicios de inteligencia, sea desbancado en su hegemonía mundial, cooptado y neutralizado en su accionar en cuanto a invadir países díscolos, amenazar a otros y mantener en agenda el ‘clima de guerra’ que produce pingues ganancias a los emporios armamentísticos y afines y permite que la economía local no colapse definitivamente.
En este contexto es que debe situarse la ‘guerra comercial’ con China y, fundamentalmente, el bloqueo y guerra contra la compañía Huawei, que tanto da que hablar en estos días. Y para graficar mejor lo que aquí se dice, cabe trascribir las palabras del ex asesor de Trump, Steve Bannon, ex directivo de Goldman Sach y presidente del ‘Committee On The Present Danger’ (Comité del Peligro Presente), grupo reaccionario que hoy, ya sin Guerra Fria, se dedica a combatir al Partido Comunista Chino.
La liquidación de Huawei, sostuvo Bannon, es ‘diez veces más importante que conseguir un arreglo comercial’ con China. Y opinó que, según él, Trump contempla ‘planes para excluir a todas las empresas chinas del mercado de capitales de EE.UU.’. (Sputnik, 24 de mayo)
Así las cosas, China tiene un as en la manga: las llamadas ‘tierras raras’, que desde EE.UU. se importan para el desarrollo de la electrónica, la industria espacial, las telecomunicaciones y otras aplicaciones civiles y, fundamentalmente, militares. Estas ‘tierras’- así denominadas porque pueden disolverse en ácido y es poco común hallarlas en forma pura- no han sido incluidas entre los aranceles a las exportaciones chinas a EE.UU. y, por lo tanto, se hallan excluidas de la ‘guerra comercial’, por cuanto EE.UU. ha dejado de producirlas y, en caso de reiniciar su producción en su territorio, saldría sumamente costosa y de largo tiempo rehacerla.
Los nombres de escandio, itrio, lantano, serio y otras ‘tierras’ -17 en total según se informa-que conforman los grupos lantánidos y actínidos, hoy ocupan gran parte de las agendas noticiosas, especializadas o no, en cuanto a su valor estratégico.
Según se informó, China, en respuesta al ‘asesinato’ de Huawei por parte de EE.UU., estaría dispuesta a no exportar estos materiales al país del Norte de América. La visita, el 20 de este mes, del presidente chino Xi Xinping a la J L Mag Rare-Earth Ltd. Co., que produce en Guanghou, provincia de Xiangxi, las ‘tierras raras’, se tomó como un paso hacia la prohibición de su exportación hacia EE.UU., lo que le traería a este país costos infinitamente mayores en relación con la ‘guerra’ que ha emprendido.
Frene a este probable desenlace, ¿cual sería el plan B de EE.UU. para evitarlo?.
En este sentido, cabe destacar el acercamiento de Trump a la RPDC, en su afán por- si esta ‘acepta’ sus condiciones- hacerla ‘poderosa’. “Corea del Norte tiene un tremendo potencial económico, como tal vez ningún otro país en desarrollo en el mundo y creo que él espera desarrollarse de esa manera”-sostuvo hace poco en Japón Trump sobre Kim Jong Un, Máximo Dirigente de la RPDC. (www.france24.com, 27 de mayo). Su anfitrión, Shinzo Abe, aunque contradijo a Trump en cuanto al lanzamiento de misiles de corto alcance de la RPDC llevados a cabo semanas atrás, dijo, en el marco de su encuentro con Trump: «Siento que me tengo que reunir frente a frente con el presidente Kim, sin que conlleve ninguna precondición, para intercambiar opiniones francas con él. El presidente Trump dijo que dará el completo respaldo necesario para eso» (www.france24.com, 27 de mayo).
¿Que homologa, entre otras cosas, a Trump con Abe en su afán por conciliar con Kim Jong Un?. ¿Cual es el ‘potencial económico’ de la RPDC al que hace referencia Trump, enemigo acérrimo, al igual que sus asesores, militares, funcionarios y todo el establishment norteamericano al socialismo?: Las ‘tierras raras’, que la RPDC contiene y que son importadas no solo por EE. UU. sino también- como principal insumo para hacer posible su desarrollo tecnológico- por Japón y la Unión Europea. Ante la ‘guerra’ contra China, EE.UU. espera obtener dos cosas: – el alejamiento de la RPDC de China;- el ‘desarrollo’ del ‘potencial económico’ de la RPDC en relación con grandes inversiones de EE.UU. en emprendimientos vinculados con estas ‘tierras’.
Aunque suene a imposible, habida cuenta de las alianzas existentes entre China y la RPDC que se remontan hasta el siglo pasado en la guerra común contra el Japón, primero, y contra EE.UU., más tarde, Trump apuesta a agradar a sus halcones y convencer a sus futuros votantes en cuanto a la consecución de la ‘guerra’ contra China y a la par con la posible cooptación de la RPDC en cuanto a cambiar la defensa del socialismo, el territorio, la independencia y la dignidad por ‘inversiones’.
En esa reunión, también Abe y Trump acordaron morigerar las relaciones con Iran, país productor de gas y crudo y en cuya región, concretamente por el estrecho de Ormuz, transita el combustible que se necesita para hacer funcionar la caldera mundial.
¡Que lo tiró de las patas!, diría mamá.
Según un sitio de internet mexicano, existen en la RPDC “casi 20 millones de toneladas de las llamadas tierras raras”.(www.vanguardia.com.mx, 4 de mayo del 2013). Y en uno de sus párrafos se dice:
“De confirmarse la magnitud del tesoro minero de Norcorea que valora el NKRI (Instituto de Recursos de Norcorea, con sede en Seúl), ese Estado ‘alcanzaría la bonanza’ dice Scott Thomas Bruce experto en asuntos de seguridad asiática y pionero en revelar la colosal riqueza minera de Norcorea.”. Riqueza minera de la cual depende “la fabricación mundial de imanes de alto flujo, superconductores, láseres, equipos de resonancia magnética nuclear, automóviles eléctricos e híbridos, equipos aeroespaciales, pantallas planas de computadoras, televisiones, smartphones, lámparas incandescentes, frenos o filtros de agua”.(…) “Dexter Robert aporta otra mirada occidental sobre el poderoso arsenal minero de la RPDC en su análisis: Norcorea ¿nueva tierra de oportunidad? (Bloomberg Business Week, enero 2012).”
Los barones del capital ya predecían el asalto a los tesoros ajenos…
Sin embargo, y a pesar de alabanzas y buenas acciones en cuanto a la relación de EE.UU. y sus aliados con la RPDC, la realidad se impone.
“Corea del Sur, Japón y Estados Unidos realizan hoy un ejercicio naval conjunto en el Pacífico, en medio de las tensiones por el estancamiento de las negociaciones nucleares con la República Popular Democrática de Corea.” Informa Prensa Latina del 23 de mayo.
Y agrega: “El (ejercicio) denominado Vanguardia del Pacífico (Pacific Vanguard) se desarrolla en las aguas de la isla de Guam y el Complejo de la Cordillera de las Islas Marianas.
Las maniobras incluyen a Australia y se centran en una amplia gama de competencias navales como ejercicios con fuego real, operaciones de defensa antiaérea, guerra antisubmarina y reposición en el mar.”
En el imperialismo no se puede confiar ni un tantito así, nada…
Che dixit.