Han pasado veinticinco años desde el día que empezó el genocidio de Ruanda, una de las masacres más grandes de la historia del mundo. El 7 de abril de 1994 el país africano quedó sumergido en un verdadero baño de sangre que continuó durante tres largos meses y le costó la vida a hasta un millón de personas.
Los orígenes del conflicto se hunden en la división del país entre dos pueblos hermanos, hutu y tutsi. Las diferencias entre ellos son insignificantes ya que hablan el mismo idioma llamado kinyarwanda y efectivamente siguen las mismas tradiciones.
Los estudios genéticos han comprobado que hutu y tutsi tienen el mismo linaje. De acuerdo con una de las teorías, inicialmente los dos grupos étnicos fueron un solo pueblo, pero luego se separaron en dos clases: los agricultores y los ganaderos, respectivamente.
Las discrepancias entre dos pueblos comenzaron a aparecer con la llegada de los colonizadores europeos, en particular, en la época cuando el territorio de la actual Ruanda pasó a formar parte de la colonia África Oriental Alemana en 1885.
Los colonizadores alemanes creían que los tutsi eran superiores desde el punto de vista de la raza por eso apostaron por ellos en la tarea de gobernar la región.

Los tutsi fueron perseguidos en su propia tierra. Los que se refugiaron en Uganda exigían el derecho a regresar a su país de origen. Así se creó el Frente Patriótico Ruandés que no solo tenía un brazo político, sino militar también. El grupo entró en el territorio de Ruanda desde Uganda en 1990 lo que dio inicio a la guerra civil ruandesa.

Hubo un intento de poner fin a la guerra civil en 1993 que pareció ser exitoso a primera vista. El acuerdo de paz suponía que los tutsi pasarían a formar parte del Gobierno, sin embargo, los hutu lo percibían como un intento de hacerse con el poder.

El genocidio comenzó junto en Kigali donde en una cuestión de varias horas fueron instalados los puntos de control en las calles de la ciudad. En aquellos puntos cada persona tenía que presentar su carné de identidad en el que estaba escrita la etnia. Mataban a todos los tutsi de forma indiscriminada.

La población hutu obedeció a los llamamientos a matar a los tutsi sin cuestionarlos. De hecho la mayoría ya estaba preparada y armada en los meses anteriores. Miles de tutsi trataron de esconderse en iglesias, hospitales y escuelas, pero en muchos casos esto no les ayudó.

Al ver lo que estaba pasando con sus compatriotas los miembros del Frente Patriótico Ruandés, liderados por Paul Kagame, empezaron la acción y lanzaron una ofensiva casi sin oposición por parte de los hutu.

Hay diferentes estimaciones en cuanto a la cantidad de personas que murieron como consecuencia de estos actos de venganza, pero aproximadamente se cifran en decenas de miles de personas.

Estos trataron de crear nuevos grupos armados e incluso realizaron incursiones en Ruanda desde el territorio de Zaire. Las milicias hutu de Zaire sufrieron una derrota cuando los hutus de las provincias del noroeste de Ruanda tomaron el lado del Gobierno de Kagame.
Después de la victoria, el Frente Patriótico Ruandés se convirtió en un partido, mientras su líder, Paul Kagame, se convirtió en el vicepresidente del país y también fungió como su ministro de Defensa. Venció en las elecciones presidenciales en 2000 y hasta hoy ocupa el cargo de mandatario de Ruanda.

Este mismo hecho se considera una de las posibles causas que solo calentaron la situación ya demasiado tensa y determinaron la inevitabilidad de estos trágicos eventos.

Fuente de origen: Sputnik News
Interesante que al hablar de hutus y tutsis, se habla de genosidio entre «pueblos» «hermanos»…cuyas diferencias son «insignificantes» puesto q tienen el mismo lenguaje. Pero cuando se habla de los alemanes…y de hecho, de los barbaros europeos que asesinaron, esclavizaron, ultrajaron, saquearon, dividieron, robaron, se apoderaron de la tierra, explotaron…etc, etc, etc…de ellos se habla de «colonizadores». Vaya!…si es cierto q la historia la escriben los vencedores, tambien es cierto que los vencedores son tan asesinos como los vencidos…
Igual que los Aztecas con los Tlascaltecas, los Incas que crearon el Tahuantinsuyo a base de sojuzgar a sus vecinos, los Mayas que como otras culturas mesoamericanas sacrificaban sus enemigos a los dioses. No es de extrañar que cuando aparecieron los conquistadores se aliaran con ellos para terminar con sus opresores. Si eso no hubiera sido así, ni Cortés, ni Pizarro, ni Valdivia, ni otros como ellos habrían tenido éxito. No los excuso, pero tildar a unos de criminales y a otros de hermanitas de la caridad me parece poco coherente y muy aventurado.