En África los proyectos políticos e intervenciones militares son quienes encarnan la toma de decisión para la asignación de las partidas presupuestarias del Estado, el diseño de políticas públicas para la inclusión social y su correspondiente distribución equitativa de los recursos económicos del continente. La minería resulta una de las principales fuente de ingresos de los 54 países africanos. ¿Pero por qué aún el hambre es un problema? ¿En dónde radica la solución a la pobreza extrema? ¿Quienes mueven lo hilos corporativos detrás de los gobiernos?
Por Diana Godoy
Durante años los africanos han sufrido diferentes tipos de esclavitud. Primero fueron llevados hacia Europa y América para el trabajo obligado en el campo, luego subordinando sus propios pueblos, empobreciéndolos, saqueando sus tierras, sus recursos minerales; promoviendo catástrofes a raíz de pactos de impunidad o por la complicidad de gobiernos locales con las empresas trasnacionales.
El 16 de agosto de 2012 un hecho cruel fue perpetrado en Marikana, Sudáfrica, donde se ubica la mina Lonmin. Allí la policía mató a tiros a 34 mineros e hirió a otros tantos por reclamar ante las malas condiciones de vida, en donde vivir en barracas o chozas de hojalata y cartón, sin luz ni agua, con letrinas comunitarias era algo habitual entre trabajadores de sueldos miserables.
En Zimbabue las denuncias por el tráfico de los denominados “diamantes de sangre” ha desatado una disputa entre lo moral y lo económico. En 2003 se creó el llamado Proceso de Kimberley (PK), una institución que vigila el flujo de dinero proveniente del comercio de diamantes para evitar el financiamiento ilegal de conflictos armados y dar cumplimiento a los derechos de los mineros. El PK prohibió el comercio de las minas de diamantes de Marange por la muerte de al menos 200 personas en 2008, la exacerbación de la violencia y violaciones por parte de los soldados asignados al control de los reclamos de los trabajadores.
Kadoma es otra ciudad en Zimbabue, en la provincia de Mashonalandia Occidental. Fue conocida como Gatooma hasta el año 1982. Está ubicada en el centro de una zona minera, que dispone de oro, cobre y nickel. Actualmente estas minas son explotadas de forma ilegal. La minería artesanal y de pequeña escala es una de las formas que usan los trabajadores y trabajadoras para sobrevivir la crisis económica, en un país con pocas oportunidades, donde el desempleo es muy alto.
En estos últimos días 70 mineros quedaron atrapados mientras extraían oro de una mina abandonada en Battlefields, en la localidad de Kadoma. A raíz del colapso y derrumbe del muro de contención de una reserva del mineral dorado se inundó todo el interior de los pozos, a una profundidad de 30 metros. Al día de hoy 8 trabajadores resultaron rescatados, mientras que 22 fueron hallados sin vida. Sin políticas de regulación ni apoyo gubernamental las minas son operadas sin medios de seguridad, siendo los accidentes altamente frecuentes. Zed Banda, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros de Zimbabue, organización afiliada a Industri All, dijo lo siguiente:
“La minería artesanal y de pequeña escala es una de las formas que usan los trabajadores y trabajadoras para sobrevivir la crisis económica de Zimbabue. En un país con pocas oportunidades, donde el desempleo es muy alto, alcanzando más del 90%. Pedimos al gobierno que reconozca y apoye a la MAPE (minería artesanal y de pequeña escala), para poner fin a las condiciones mineras mortales en que trabajan para apenas ganarse la vida”.
La Indaba* de Minería Alternativa, que se celebra anualmente en paralelo a la Indaba de la Minería, exhorta a los gobiernos a aplicar las siguientes políticas:
“Despenalizar la minería artesanal, para que los mineros puedan recibir capacitación, para que se cumplan normas de seguridad, y para liberar a las comunidades plagadas por las operaciones de pandillas criminales».
La African Mining Visión también reconoce el potencial de la minería artesanal y de pequeña escala para acabar con la pobreza, y recomienda que se vincule a las iniciativas para el desarrollo del África”. En 2011, sorprendiendo a todas las ONG que trabajan en la zona, el organismo permitió de nuevo el comercio de esas minas ante la presión de países como China, que cuenta con excelentes contratos en estas explotaciones, participadas al 50% por el Gobierno de Zimbabue. “Los trabajadores son golpeados reiteradamente, obligados a trabajar en la explotación y viven en condiciones casi animales”, denuncian las organizaciones sociales.
El sindicato minero mundial, Industri All Global Union, lanzaba un informe que denunciaba a uno de los grandes gigantes del sector minero, “Las operaciones de Rio Tinto en África son la historia de comunidades desplazadas, abusos de los derechos humanos, promesas incumplidas, arreglos muy ventajosos, con dictadores locales y la opresión de los sindicatos que intervienen”, explicaba el secretario general del sindicato, Jyrki Raina.
En la región del África occidental del Sahel los niños son también parte de los grandes damnificados de las minas africanas. Se estima que hay cerca de 200.000 menores trabajando en explotaciones mineras. Sólo en El Congo se cree que la cifra llega a 40.000. Los niños tienen una gran virtud para trabajar en las minas, su tamaño les permite introducirse en agujeros en la roca, donde no caben los mayores. Allí pueden pasar horas tragando gases tóxicos, encerrados en piedra, enterrados vivos a la edad de cinco años.
Todo este panorama es parte de la realidad minera africana. Lo ocurrido en Sudáfrica, en Zimbabue y en el resto de los países del continente es vergonzante e inhumano; poco visible al mundo. La corrupción de las compañías podría ser controlada por la ley, la justicia y con gobernantes sensatos.
El saqueo de minerales es la causa principal del mercado clandestino, de la corrupción y el empobrecimiento de los pueblos, de la emigración y la violencia. La esclavitud sigue en el siglo XXI y permanecerá hasta que el poder opresor deje de anteponer el lucro sin límites, no desarrolle un crecimiento tecnológico a la par del crecimiento en valores humanos y éticos. A la luz de los hechos nada de esto aún se cumple.
Nota
*El término proviene del Idioma zulú y significa «negocios» o «asunto».
1- Asunto, negocio, caso, materia.
2 -El término también se ha encontrado en el uso generalizado en todo el sur de África y, a menudo simplemente significa reunión o sesión.
Fuente de origen: Data Urgente
Créditos de Data Urgente
Producción y redacción de la noticia: Diana Godoy
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