Estados Unidos parece haber perdido el rumbo en materia de política exterior. El fracaso continuo de la estrategia norteamericana para Oriente Medio explica los límites de su hegemonía como potencia mundial mientras la fragmentación y el unilateralismo conforman la nueva norma. Los países europeos recalculan sus tácticas y acomodan sus alianzas. Al mismo tiempo, las potencias regionales del mundo árabe asumen la dirección político-militar de los problemas domésticos que atraviesa el continente. Las invasiones directas de Estados Unidos…
