Por Alejandra Loucau
El reconocido periodista británico Robert Fisk (el corresponsal más galardonado de Gran Bretaña que actualmente trabaja para The Independent) fue a la ciudad de Duma, en Siria, para corroborar si hubo o no un ataque químico. Recordemos que, a partir de este presunto hecho, las potencias occidentales armaron «la razón de guerra» o la excusa para atacar Siria, el pasado sábado 14 de abril.
Fisk conversó con un médico local, el Dr. Rahaibani, en su humilde hospital:

«Estaba con mi familia en el sótano de mi casa, a trescientos metros de aquí. Todos los médicos saben lo que pasó. Durante aquella noche, hubo muchos bombardeos [por parte de las fuerzas gubernamentales] y un enorme tráfico aéreo en los cielos de Douma, pero esa noche hubo mucho viento, por lo cual las enormes nubes de polvo comenzaron a entrar en los sótanos y bodegas donde vivía la gente. Todos comenzaron a llegar aquí sufriendo de hipoxia, pérdida de oxígeno. Entonces alguien en la puerta, un «Casco Blanco», gritó «¡Gas!», y comenzó el pánico. La gente comenzó a arrojarse agua, unos sobre otros. Sí, el video fue filmado aquí, es genuino, pero lo que ves son personas que sufren de hipoxia, no envenenamiento por gas».
El galardonado periodista británico Robert Fisk, exponía más arriba la declaración de un médico local sobre el presunto ataque tóxico y la participación nada casual de los polémicos «Cascos Blancos«. Si no nos lo dijera un periodista británico, de un medio «respetable», no lo creeríamos, ¿no?
Al relato anterior se suman los testimonios sobre el supuesto evento químico que «provocó el ataque occidental sobre Siria». Esta vez, AFP, la principal agencia de noticias de Francia y la tercera más grande del mundo, fue la encargada de publicar más declaraciones de los pobladores de Duma.
La agencia de origen francés compartió un informe con el testimonio de Marwan Jaber, un estudiante de medicina que también presenció las secuelas del supuesto ataque.
«Algunas de [las víctimas] sufrieron de asma e inflamación pulmonar. Recibieron tratamiento regular y algunos incluso fueron enviados a casa», explicó Jaber a AFP. «No mostraron síntomas de un ataque químico. Pero algunos extranjeros entraron mientras estábamos en un estado de caos y regaron con agua a la gente. Y algunos de ellos incluso lo filmaron todo».
Ambos informes apuntan a posibles casos de «hipoxia» para explicar las imágenes que se difundieron como «pruebas irrefutables de un ataque químico perpetrado por el gobierno sirio».
Aquí, el informe de AFP: