Muhammad Abdel Salam, representante de la organización yemení Ansarolá, denunció una reunión entre la diplomacia de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y representantes de los servicios de inteligencia del apartheid israelí en el marco de la reunión de Naciones Unidas. El belicismo simbólico desplegado en el plenario general fue trasladado en la cumbre anti iraní expuesta por Muhammad, de la cual participaron además funcionarios de los Estados Unidos.
